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sábado, 13 de febrero de 2010

Me ha quedado algo por decir...

Pues si, hablar de política siempre da mucho de sí. Y teniendo en cuenta los personajes que tenemos por estos lares, todavía más. Asi que os martirizo un poco mas.

En política, si hay algo que me llama la atención son los conceptos que utilizan estos… ¿campeones del verbo?. Por ejemplo: información relevante. ¿Qué significa eso? Pues muy sencillo: se trata de cierta información que puede comprometer al partido contrario. Otra expresión curiosa es pensamiento único, algo que sin duda tiene relación con la política, lo que a su vez desmiente ese manido tópico según el cual el único pensamiento que tenemos los hombres en la cabeza es el sexo, por decir algo. Otra palabrita de moda es talante. Después de darle muchas vueltas he llegado a la conclusión de que su verdadero significado tiene que ver con Zapatero: Zapatero talante y Rajoy tatrás. Otra no menos intrigante expresión es régimen político. Yo siempre había creído que eso significaba que los políticos se encargaban de que perdieras peso, además de dinero y paciencia.

Pero ¿qúe es la política? ¿Qué es un político? ¿Qué es el gobierno? ¿Qué es esta mierda que estoy escribiendo? Eso es lo que quiere saber todo el mundo. Sobre todo lo último. Pero no nos despistemos. La cuestión es que ahora todos estaréis pensando que yo tengo la respuesta. Pues si, la tengo. Pero no os la voy a dar, ¿que pasa? Bueno, va. Igual no es cierta, pero la tengo. La política no es más que un intercambio de monólogos que podemos escuchar en el Congreso de los Diputados. Y a la segunda pregunta podríamos responder que un político se parece a ciertas televisiones: anuncian una programación y luego hacen otra totalmente distinta. ¿Y el gobierno? Lo podríamos definir como una institución que nos roba, nos engaña e incluso a veces, por culpa de guerras absurdas, nos conduce a la muerte. Es por eso que ¡exigimos la anarquía! Porque si el poder estuviera en nuestra manos... haríamos lo mismo y mucho más rápido.

En la política ha habido grandes personajes, pero como tampoco puedo extenderme demasiado hablaremos sólo de dos; por ejemplo Fidel Castro, conocido dictador que se caracteriza por destruir a sus enemigos con discursos de destrucción masoencefálica. O el ilustre Sr. Bush, que llegó a la presidencia después de presentar un burriculum vitae en pleno delirium tremens. Y ya está.

Bueno va, para terminar, mencionemos el entrañable periodo de las elecciones, donde disfrutamos de las divertidísimas campañas electorales y donde los políticos redoblan sus esfuerzos a la hora de contarnos toda clase de mentiras. Pero bueno, debo decir que después de todo no me importaría ser un congresiesta.

1 comentario:

  1. Pero ¿cómo te va a importar ser un congressista con la vida perra que tienen?. Ay, ay, que no los comprendes bien.

    Y delelenguaje de los políticos tenemos mucho que hablar: en base a su jerga inhábil nos posicionamos contra ellos y les incitamos a aprender gramática, materia desconocida totalmente por una generación de "indultados" escolares y universitarios. Y que Dios nos coja confesados con los pocos universitarios de la clase política que nunca han ejercido sino de políticos. Y con los futuros licenciados amnistiados curso a curso, que de ellos será la ignorancia y la vida de los demás.

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